Un futuro para los refugiados

Hoy hablaremos de un tema que nos afecta a todos globalmente... aunque muchos de nosotros lo ignoremos, o cuando prendemos la televisión y lo vemos, tratamos de mirar hacia el costado. Hace más de cinco años que comenzó el conflicto en Siria al que tristemente asistimos diariamente con noticias que nos llegan desde aquella zona del mundo. En  conjunto la información acerca del mismo suele tener tintes bélicos, desazonadores y con historias desgarradoras.

Hay muchas asociaciones que se han puesto en marcha para paliar tanto sufrimiento entre las que podemos destacar ACNUR, Unicef, Save the Children y Medicos sin fronteras. Cada una de ellas desde su propia perspectiva, con su forma de entenderse a sí mismos y de comprender la necesidades por las que pueden estar pasando tanto los propios habitantes de Siria como la gran muchedumbre que se va visto obligada a salir de sus casas, se han puesto al servicio. Su labor es encomiable e insustituible, si bien es cierto que ojala nunca hubieron hecho falta, es decir, que nunca se debería haber llegado a la situación en la que ahora se encuentran millones de personas.

Y aunque parezca increíble, también existen empresas, que no tienen nada que ver en principio con la parte más asistencial y de primeros auxilios que están contribuyendo a mejorar el presente pero con perspectivas de futuro. Son aquellas empresas que no se quedan impasibles ante el sufrimiento humano y que apuestan decididamente por el factor humano, sabiendo que quien ayuda a una persona está ayudando a la humanidad entera.

La Semana del código de los Refugiados

En el caso que ocupa este artículo estamos hablando de SAP, que es uno de los patrocinadores de lo que se ha llamado “Semana del código de los Refugiados”.

Es una iniciativa que se ha llevado a cabo con la colaboración de la Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Centro de Educación de Galway como fruto de la llamada que hizo el mismo Presidente Obama desde la Casa Blanca en septiembre del año pasado. SAP fue una de las primeras empresas en comprometerse con su apoyo poniendo sobre la mesa el propósito de capacitar a 10.000 refugiados en los fundamentos de la programación de software en octubre del mismo año. Estos cursos se llevarían a cabo en las escuelas de refugiados que hay actualmente en Egipto, Jordania, Líbano y Turquía con una visión que va más allá de la ayuda puntual ya que se integrarían de forma estable en su currículo para poder ir preparando una generación que esté familiarizada con las Tecnologías de la Información. Además estos cursos trascenderían el ámbito escolar porque pretenden establecer modelos de educación que sirvan a que las familias se abran a una sociedad en el que el progreso forma parte de su vida cotidiana. En algunos casos la tradición mal entendida por una sociedad anclada en modelos fijos obliga a las mujeres a orientar toda su vida a un entorno que no le deja libertad de movimiento, de tal forma que la impide tener acceso a la educación y al crecimiento personal que viene de la mano del contacto con otra realidad.

Este tipo de formación cualificada se lleva a cabo, además, en un entorno que es deficitario de profesionales técnicos, sobre todo en el ámbito de las tecnologías. La transformación digital de toda la zona puede comenzar muy bien desde la escuela y podríamos decir sin ningún tipo de dudas que es necesario. Sin ir más lejos  Arabia Saudita necesita unos 30.000 profesionales y si bien es cierto que es complicado cuantificar la necesidad que pudiera haber en África y en todo el Medio Oriente es fácil adivinar que la cifra podría ser un múltiplo de la anterior.

Es bien sabido que los niños tienen avidez por aprender, es una cualidad innata a ellos por lo que se podría aprovechar en los campos de refugiados para que niños y niñas tengan acceso a una educación de la mayor calidad posible y que ellos sean los que se conviertan en los futuros educadores del mañana. De hecho, esto ya es así, por pura iniciativa personal y con un espíritu inconformista, de servicio y progreso de la comunidad, muchos se han erigido en maestros de los menores en los campos.

“Train-the-trainer”

Para educar con unas herramientas adecuadas el programa usa el software “Scratch” que en boca de una niña de 12 años que ha asistido al programa es muy fácil de usar y además divertido. Lo bueno de dicho software es que compagina la parte de teoría pura con la parte de práctica con lo que el aprendizaje se hade mucho más ameno para los niños y niñas de menor edad. Los profesores no sólo provenían de países que se habían ofrecido a participar en este programa sino también de los países anfitriones y han sido capacitados por SAP. Unido a esto SAP ofreció cursos gratuitos en línea en la plataforma openSAP para aquellos que no pudieron asistir en el sitio. En las palabras de Claire Gilliseen-Duval, directora de SAP Corporate Social Responsability para EMEA, son muy importantes los eventos “Entrena al entrenador”, ya que permite el intercambio de conocimientos entre los integrantes del grupo que tiene como consecuencia una gran sinergia. Estos grupos se convertirán en formadores de otros grupos por lo que el crecimiento de una población cercana a las tecnologías sería exponencial.

El hecho de ser formados no sólo les sirve para saciar su curiosidad sobre el mundo que les rodea, para darles seguridad en sí mismos y autoestima sino que les hace soñar con un futuro mejor.

Esto es posible porque entre otros, los 90 mejores estudiantes son seleccionados para participar en un programa especial impartido por el socio de SAP sin fines de lucro llamado RBK y al menos 30 de ellos podrían tener una oferta de trabajo de la red de socios de SAP RBK.

Algunas profesoras han expresado su satisfacción por poder transmitir los conocimientos adquiridos y formar parte del futuro de la gente de su pueblo. Esta “Semana del código de los Refugiados” ha cambiado la perspectiva de mucha gente y la vida diaria, que patentiza que en medio de las circunstancias más difíciles de la vida de cualquier persona siempre puede haber motivos de superación y de espera un futuro mejor.

¿Y tú?

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