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Estrategia en la cuerda floja?

En 2006 Henning Kagermann era el CEO y hombre fuerte en SAP, y -con una organización prusiana- comenzaba a preparar su salida de la compañía, que dejaría en manos de Shai Agassi. Ya era casi un hecho que el joven ejecutivo estaría a la cabeza de la emblemática corporación alemana; el roadmap de sucesión al mando de SAP ya estaba diseñado y en proceso de ejecución. En los mandos intermedios de la empresa se podía respirar entusiasmo por el futuro liderazgo.

Sin embargo, el período más sólido en el manejo de SAP estaba por empezar a resquebrajarse; tanto que corrían rumores de ofertas de Microsoft y Oracle por adquirir la compañía.

Agassi apostaba al fortalecimiento de la plataforma NetWeaver como producto líder de la compañía, pero tuvo que enfrentar a la rama más conservadora del directorio de SAP que no se animó a dar el paso hacia NetWeaver y -en una jugada arriesgada- extienden el contrato de Kagermann como CEO (que terminaba a finales de 2006) hasta el año 2009.



En los últimos días de marzo de 2007, Agassi -próximo en la línea sucesoria y líder del grupo de arquitectura (responsable por la arquitectura de todas las soluciones SAP)- asume su derrota y renuncia a todos los puestos que sostenía en la compañía, incluyendo su participación en el directorio ejecutivo de SAP.

Este punto de inflexión en la historia de SAP marca el comienzo de la actual crisis ejecutiva en la compañía.

Léo Apotheker fue el gran ganador en la batalla, rechazando el ofrecimiento del directorio para convertirse inmediatamente en CEO, trabajando en fortalecer su posición y esperando un momento políticamente más interesante para aceptar.



Apotheker, no obstante, acepta el cargo de co-CEO -junto a Kagermann- en abril de 2007 y se prepara para su definitivo ascenso a la cabeza de SAP en julio de 2008.

En esa oportunidad también se incorporan a la junta directiva Bill McDermott y Jim Hagemann Snabe; el primero al mando de la región Américas y el segundo como responsable de desarrollo para Business Suite y NetWeaver.

América Latina también fue parte del proceso, pasando del liderazgo de Raúl Véjar al de José Duarte y finalmente al del ex-HP Rodolpho Cardenuto. La moral de sus recursos humanos regionales fue decayendo, junto a la sensación familiar de pertenencia, con un desconcierto creciente entre los directivos medios que vieron cambiar decenas de ejecutivos y políticas en los últimos cinco años. Cada vez más los empleados de la región sienten que ya no es importante “ponerse la camiseta” de SAP para construir una carrera dentro de la compañía.

La operación en las Américas -incluyendo America Latina, Estados Unidos y Canadá- se venía consolidando y la empresa pone la mira en las pymes, según un cambiante criterio de segmentación para diferenciarlas de las medianas empresas. Aunque una sombra comenzaba a empañar el prestigio de SAP: el otrora excelente soporte al cliente empezaba a fallar y como dos boxeadores antes de subir al ring, Leo Apotheker y Larry Ellison, CEO de Oracle, se enfrentaban sutilmente en cuanta oportunidad tenían.

Mientras McDermott y Hagemann Snabe hacían un trabajo prolijo aunque no destacado, Apotheker fue responsable de los mediocres resultados obtenidos en el último trimestre de 2009 y en el ejercicio completo de ese año, protagonizando la primera caída en los ingresos de la compañía desde 2003. No pudo cumplir con los objetivos prometidos y eso forzó su renuncia anticipada.

Sin una clara línea sucesoria, el dúo que logró mantener sus expectativas fue convocado a liderar la empresa: el vendedor McDermott y el product-oriented Snabe. Se replicarán ahora las batallas Kagermann/Agassi y Kagermann/Apotheker en una nueva lucha por quedarse con el poder absoluto dentro de SAP. ¿Ganará el exitoso comerciante o el gurú de la tecnología?

A sus esquinas caballeros, que comienza la función y la corona está en juego.
Fuente: Ebizlatam.com

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